Cada vez se escucha más acerca de la importancia de las competencias transversales en el ámbito empresarial, también llamadas competencias profesionales.
Pero, muchos no saben qué son.
Las competencias profesionales más buscadas por las empresas
Saber trabajar en equipo o ser colaborador y resolver conflictos son habilidades fundamentales valoradas en cualquier profesional y son tomadas en cuenta para acceder a todo puesto de trabajo.
Aunque para desempeñarse en determinadas áreas se demandan competencias transversales distintas que en otras, existen algunas que son esenciales y que deben añadirse sin falta en el currículum.
Estas competencias profesionales están vinculadas con la puesta en práctica de aptitudes, asociadas a rasgos de personalidad, conocimientos, habilidades técnicas y valores.
Algunas pueden adquirirse fuera del mundo laboral; otras son parte de los rasgos personales de cada persona.
Sin embargo, casi todas pueden potenciarse o aprenderse con formación especialmente diseñada para desarrollarlas.
Beneficios de las competencias profesionales o transversales
Un profesional que posee competencias transversales desarrolladas puede aportar mucho a la empresa en la que se desempeña.
Más allá de sus conocimientos, preparación académica y técnica, las competencias transversales son valoradas por las organizaciones por ser clave para:
La realización personal, la ciudadanía responsable, así como para proporcionar un auténtico aporte positivo a la comunidad y a la sociedad.
ALGUNOS DE LOS BENEFICIOS QUE OFRECE DESARROLLAR COMPETENCIAS TRANSVERSALES
Permite transformar el conocimiento en comportamiento.
La persona se ve motivada a realizar una acción más efectiva centrada en el logro de un objetivo.
Posibilita el establecimiento de vínculos positivos con otros individuos a partir de la colaboración.
Ello mejora la capacidad para comunicarse y el ambiente en el que se vive y trabaja, con foco en la escucha activa, la tolerancia y la comprensión.
De igual forma, se mejora la empatía hacia los demás y la percepción de los hechos.
Potencia una mayor capacidad de respuesta para identificar y afrontar los problemas con rapidez y versatilidad.
También proporciona una mayor resiliencia ante las adversidades y los obstáculos, tolerancia a la frustración y al estrés.
Las personas actúan con proactividad e iniciativa y toman decisiones.
Evita la pérdida de tiempo y de costos al lograr un mayor nivel de organización y de la gestión del tiempo para el cumplimiento de tareas y actividades.
Fomenta la formación integral de los profesionales.
No solo se poseen habilidades tecnológicas, en el manejo de idiomas y preparación académica, sino que se cuenta con creatividad, relacionamiento, trabajo en equipo e inteligencia emocional, entre otras.
Los nuevos profesionales transversales
Sin embargo, cuando se habla de competencias profesionales o transversales, éstas incluyen también un perfil de profesional que posee una formación integral y multidisciplinar.
Sus conocimientos y aptitudes tienen mucho que aportar a distintas áreas de trabajo, incluso aquellas que son muy distintas a la propia.
Actualmente, las empresas demandan perfiles con una visión más estratégica y completa del negocio, que les permita conocer y entender los procesos que en él subyacen para poder mejorarlos.
Los nuevos profesionales tienen la necesidad de complementar su preparación para poder contribuir de una mejor forma cuando trabajan en proyectos y en equipos multidisciplinares.
Por su parte, las empresas contratan a trabajadores con formación académica y técnica distinta para integrar equipos plurales.
En este sentido, las competencias y habilidades transversales son evaluadas por encima de la propia formación.
Sin duda alguna, se trata de un reto tanto para los profesionales como para las empresas.
Los primeros deben investigar y plantearse cuáles son las formaciones que les aportarán y enriquecerán su perfil, y las segundas deben evaluar de forma idónea a los profesionales.
La modalidad de obtención de un Certificado de profesionalidad es una alternativa para quienes desean complementar su preparación y convertirse en profesionales transversales.
Son formaciones profesionales accesibles, flexibles, innovadoras y de calidad, que se imparten de forma presencial y a través de plataforma eLearning.
El objetivo es capacitar a las personas para el trabajo, pero también actualizar sus competencias y habilidades para llevar a cabo determinados oficios.
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Cómo desarrollar las competencias profesionales
Las competencias profesionales son moldeadas a partir de procesos motivacionales y cognitivos complejos.
Algunas de las más buscadas por las empresas son la capacidad para tomar decisiones, las habilidades comunicativas y la versatilidad.
También la organización y gestión del tiempo, la implicación y compromiso, el liderazgo y la motivación.
Incluso, la creatividad y la resolución de problemas, la colaboración y el trabajo en equipo, la responsabilidad, la resiliencia y la capacidad de trabajar bajo presión, entre otras.
Se pueden poner en práctica una serie de acciones para desarrollarlas:
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Pensar, sentir y actuar.
Es necesario tener conciencia de cómo pensamos, sentimos y actuamos.
De esta forma, es posible desarrollar la autonomía, la autoconfianza, la motivación, la flexibilidad y el autocontrol.
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Empatizar.
La empatía es la base de las relaciones con los demás y el trabajo en equipo.
Ponerse en el lugar de otras personas ayuda a desarrollar esta competencia.
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Aprender idiomas y nuevas tecnologías.
El aprendizaje de idiomas y nuevas tecnologías especialmente permite adquirir mayor flexibilidad y versatilidad, así como afrontar retos.
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Fomentar el comportamiento ético.
Llevar a cabo actividades de compromiso social, de convivencia e integración fomenta el comportamiento ético y las actitudes relacionadas con los valores.
10 competencias transversales más buscadas por las empresas
1. CAPACIDAD PARA TOMAR DECISIONES:
Todos toman decisiones todo el tiempo. Parece algo obvio. Pero tener esta habilidad desarrollada proporciona la agilidad y sensatez necesaria.
En cualquier puesto de trabajo, un profesional necesita tomar las decisiones adecuadas y de forma oportuna.
Sin embargo muchas personas se tornan indecisas o toman decisiones sin evaluar las consecuencias.
Estas acciones pueden traer inconvenientes a las organizaciones.
Las empresas necesitan trabajadores que hagan que las cosas sucedan y eviten que las circunstancias o los factores externos afecten el logro de sus metas y objetivos.
2. HABILIDADES COMUNICATIVAS:
Seguramente la mayoría de las personas pensará que se trata solo de tener don de gentes.
Tener habilidades comunicativas implica establecer relaciones con colegas, proveedores y clientes.
Además, usar el diálogo para resolver conflictos, dar y recibir instrucciones con claridad y precisión.
También aceptar y ofrecer críticas constructivas con asertividad.
3. VERSATILIDAD:
En todos los ámbitos de la vida se observan cambios constantes que exigen a las personas adaptarse con rapidez.
La flexibilidad es una competencia profesional muy valorada por las empresas porque continuamente debe ser puesta en práctica.
Los trabajadores deben estar dispuestos a afrontar nuevos retos con entusiasmo, a cambiar de plan para alcanzar una meta y sortear las adversidades con agilidad.
4. ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN DEL TIEMPO:
Todos los que trabajan o han trabajado saben que la jornada laboral no suele ser suficiente a veces para cumplir con todos los pendientes.
Pero, todo se torna más llevadero para los empleados que saben organizarse en función de las prioridades, es decir, de las tareas más urgentes y relevantes.
Saber delegar y establecer el tiempo que se dedicará a cada actividad es esencial para cumplir de forma idónea con los objetivos trazados.
5. IMPLICACIÓN Y COMPROMISO:
Las empresas buscan a personas altamente comprometidas con lo que se proponen.
Un trabajador implicado y participativo también es independiente y proactivo.
Requiere menos supervisión y cumple con las actividades y responsabilidades que se le han asignado.
6. LIDERAZGO Y MOTIVACIÓN:
Hay quienes son líderes natos.
Otros pueden potenciar esta habilidad vinculada con el poder personal.
Sin duda, las empresas aprecian en los trabajadores este rasgo que permite guiar a los equipos de trabajo y mantenerlos motivados.
Aunque un trabajador no se convierta en jefe de departamento, que tenga habilidad para el liderazgo permite a las organizaciones contar con una persona que se motivará a sí mismo para lograr sus objetivos.
Y no solo eso, sino que será una inspiración para sus compañeros.
7. CREATIVIDAD Y RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS:
En las organizaciones, se necesitarán personas con la capacidad para encontrar posibilidades y oportunidades en los problemas y adversidades, que dejan de centrarse en el problema para buscar soluciones creativas e innovadoras.
En conjunto con la habilidad para tomar decisiones, esta es una de las competencias más valoradas por los empleadores.
8. COLABORACIÓN Y TRABAJO EN EQUIPO:
Ser colaborador y trabajar en equipo para alcanzar excelentes resultados es una competencia que se desarrolla desde la más temprana edad.
En el mundo empresarial es la base actual de los modelos de negocio team-centric, que se focalizan en el trabajo en equipo y la colaboración, más que en los logros individuales de los trabajadores.
Trabajar en equipo es una competencia profesional muy necesaria en las organizaciones de hoy en la que se manejan complejos proyectos.
Dichos proyectos no podrían afrontarse si las personas se enfrentasen a ellos por sí solas ni con solo una formación profesional.
De hecho, cada vez más compañías implementan equipos multidisciplinarios que enriquecen los resultados obtenidos de forma constructiva y abierta.
9. LIBERTAD RESPONSABLE:
El nuevo modelo de liderazgo de las organizaciones aboga por dar libertad a los trabajadores.
De esta manera, podrán trabajar con sus propias metodologías para el logro de los objetivos.
En este sentido, esta libertad viene acompañada de la responsabilidad de reconocer sus propios errores y asumir las consecuencias de sus actos y decisiones.
10. RESILIENCIA Y TRABAJO BAJO PRESIÓN:
En un entorno empresarial tan demandante, los empleados que se muestran más resilientes, tolerantes a la frustración y al manejo del stress son una referencia importante dentro de las organizaciones.
Saber trabajar bajo presión implica enfrentar los obstáculos de forma positiva.
Y además, seguir adelante para cumplir con los objetivos.
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Muy interesante!!