La gamificación, o ludificación como también se la conoce, es una herramienta cada vez más atractiva en el ámbito empresarial y de la formación.
Supone la aplicación en entornos no lúdicos de aspectos relacionados con el juego que impliquen recibir una recompensa, con el objetivo de motivar a las personas a alcanzar metas que no son muy atractivas o creativas per se.
AL PARECER LOS VIDEOJUEGOS YA NO SON SOLO COSA DE CHICOS.
Según investigaciones recientes es posible a través de su uso obtener ventajas y lograr objetivos educativos y laborales, entre los que destacan el desarrollo de capacidades, la mejora de la concentración y el incremento de la visión.
De esta manera, el uso de la gamificación se extendió rápidamente a centros educativos, al marketing y a las empresas dada su comprobada eficacia.
En los próximos años, una buena proporción de los procesos de las organizaciones aplicarán esta técnica, en especial con foco en la gestión de los recursos humanos y el talento para aumentar la motivación, optimizar el rendimiento y promover el aprendizaje entre los empleados.
Psicólogos y expertos en educación recomiendan el uso de videojuegos como generadores de nuevos desafíos y disparadores de la creatividad, así como una vía novedosa para desterrar al tedio y cumplir con las responsabilidades de todos los días.
La gamificación empresarial
Las empresas han tomado para sí esta iniciativa mundial por su gran potencial.
La gamificación les ha permitido acabar con la rutina y la monotonía en aquellas actividades más repetitivas.
Al premiar a sus trabajadores, las organizaciones consiguen múltiples beneficios que veremos detalladamente a continuación:
Promover actividades grupales y de aprendizaje conjunto
La gamificación aporta mucho en materia de formación laboral pero unido al desarrollo de la cooperación entre los trabajadores tiene extraordinarios resultados.
Lo más común es la entrega de puntos, insignias y recompensas pero también dinámicas de juegos entre grupos de trabajo.
Los cursos de formación que usan estas técnicas apuestan a aprender haciendo y compartir los logros con los compañeros.
Además, las compañías se han dado cuenta que es posible generar aprendizaje mediante cursos no tradicionales en los que se usa el videojuego como simulador de situaciones posibles o mecánicas de los procesos a dominar.
Incrementar la motivación en el trabajo
A través de los videojuegos, los trabajadores obtienen experiencias positivas vinculadas al ámbito laboral.
Quizás la ventaja más importante de la ludificación es que permite compartir de forma creativa la cultura corporativa y proporcionar una visión innovadora de la propia organización que invita a hacer las cosas de forma diferente.
Todo ello aumenta la motivación y la productividad, la capacidad para resolver los problemas y ver los desafíos desde otra perspectiva, gracias a la oportunidad que tienen los empleados de tener vivencias distintas a las tradicionales.
Transformar objetivos individuales en misiones concretas
La gamificación permite que el trabajo se convierta en un juego que hay que ganar.
Al estar plenamente centrado en ello, el trabajador no pierde tiempo en acciones que no conllevan ninguna ganancia o aportan a los propios objetivos trazados.
Dentro de los juegos, las actividades o acciones tienen una finalidad.
Cada jugador requiere evaluar sus cartas o piezas y desarrollar una estrategia que le lleve a la victoria.
Imagina esta dinámica aplicada a la empresa.
Con seguridad permitirá erradicar aquellas acciones que no suman y agregar aquellas que son eficientes.
Por otro lado, la gamificación otorga claridad a los objetivos al evitar los malentendidos.
Como en cualquier juego hay unas reglas que cumplir y unos recursos concretos con los que se cuenta.
Proporcionar retroalimentación y reconocimiento
En las empresas, la falta de motivación tiene su origen mayormente en la carencia de reconocimiento.
Es sabido que aproximadamente el 75% de los trabajadores que renuncian a sus puestos de trabajo no se sienten valorados por su esfuerzo.
Los juegos aportan justo esa increíble retroalimentación y recompensa que los trabajadores necesitan.
Por esta razón se tornan también tan adictivos.
Por lo general, en los juegos siempre se reciben puntos por tu esfuerzo, acompañados de sonidos de victoria o mensajes de felicitación y ello llena el corazón de cualquiera.
La escasez de tiempo para darles retroalimentación a los empleados es un gran enemigo con el que tienen que lidiar las empresas.
Pero la gamificación surge como una excelente alternativa ante esta situación porque su capacidad de dar respuesta a los esfuerzos es automática.
Un trabajador que conoce cómo está haciendo su labor disminuye su nivel de incertidumbre y se dispone más fácilmente a mejorar sus deficiencias y errores.
Determinar las áreas de mejora y el talento de los trabajadores
Mediante la gamificación las empresas pueden identificar y medir las capacidades y habilidades de su gente.
Mientras los trabajadores juegan se recopilan datos relevantes sobre cómo resuelven los problemas o alcanzan un objetivo, así como de sus fallos y áreas de mejora.
La medición permite mejorar e identificar en qué estamos fallando pero también posibilita conocer en qué destacamos y en qué somos excelentes, aspectos que se pueden potenciar.
La gamificación anima así a los empleados a superarse a sí mismos y a dar lo mejor de sí.
De esta manera, las empresas formarán a trabajadores de alto desempeño a quienes les importa más la autosatisfacción que la retribución económica.
Fomentar el sentimiento de equipo y la mejora del clima laboral
Los trabajadores suelen lograr un mayor compañerismo cuando comparten la experiencia del juego.
Ello de forma innegable mejora el trabajo en equipo y la comunicación.
Los empleados se sienten parte de algo que les satisface y les da un nuevo sentido.
La gamificación motiva al proporcionar una razón de ser a las personas y a sus acciones.
Cuando las hace sentir importantes se esmeran para actuar con entusiasmo y empeño.
Ante una generación de trabajadores nativos digitales
No es casualidad que el movimiento de la gamificación tenga tanta fuerza.
Estamos en las puertas de un cambio radical en el ámbito empresarial pues en pocos años las nuevas generaciones de trabajadores de relevo estarán integradas por nativos digitales.
La consolidación de los videojuegos y la proliferación de juegos sociales en red han permitido que las personas adquieran capacidades distintas a las convencionales, cuya principal motivación es la interacción social, la competición, compartir información y la búsqueda de nuevos desafíos.
La formación y el desempeño empresarial estarán totalmente vinculadas al aprendizaje inmersivo y la realidad aumentada, así como a las mecánicas de juego que simulen entornos auténticos y atractivos en los que los trabajadores puedan desarrollar comportamientos más cercanos a la realidad pero de forma controlada.
Los juegos también posibilitarán que las empresas identifiquen las ventajas de la diversidad en sus plantillas.
Personas con distintas aptitudes harán parte de equipos transdisciplinarios que asegurarán los mejores resultados.
Además de su aplicación exitosa en la gestión del talento y los recursos humanos, la gamificación es tendencia en el marketing de servicios.
Las organizaciones se percatan del potencial que tienen las experiencias lúdicas para conseguir utilidades y aportar valor sostenible.
El mayor logro está en su capacidad para fidelizar y retener clientes.
Para ello las acciones de gamificación deben estar unidas a las de enganche hacia el disfrute del servicio en sí.
La acumulación de puntos por transacciones comerciales y su utilización posterior mediante un catálogo de premios virtuales o reales son algunas de las más conocidas y usadas hasta el momento.
Las empresas finalmente han empezado a entender que no hay diferencia entre sus trabajadores y los clientes.
La gamificación y la experiencia de usuario están íntimamente relacionadas y en todos los ámbitos en que son aplicadas aportan maravillosos resultados.
Mientras la gamificación busca modificar comportamientos de los clientes o de los empleados, la experiencia de usuario los envuelve emocionalmente.
De esta manera, cuando ambas se combinan logran el enganche esperado o incluso superan las expectativas.
Las organizaciones han aprendido que no se trata solo de la interacción con las personas, sino de diseñar con creatividad nuevas y divertidas formas de experimentar la realidad.
Como parte de nuestro servicio de consultoría para empresas, en FO&CO trabajamos para orientar a las organizaciones en la consecución de excelentes resultados al formar y gestionar su talento humano a través de herramientas novedosas como el Game-based Learning, técnica de análisis de comportamientos que permite mejorar sus competencias personales y profesionales a través del juego.
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