Para cualquier empresa sin importar su tamaño, perder a sus mejores recursos humanos es un escenario infortunado.

La renuncia de un empleado talentoso podría reducir las ganancias en alrededor un 4% y tener efectos colaterales en hasta 40% de los ingresos, según lo indica un estudio realizado por una importante consultora global.

Mantener a tus empleados felices es mucho más rentable

Y no es por alarmar, pero esa misma investigación asegura que al menos un tercio de los trabajadores que fueron encuestados se ha planteado renunciar en algún momento durante los dos próximos años.

En un mercado competitivo como el de hoy, las personas no permanecen en una empresa solamente por el salario que reciben.

motivacion en los recursos humanos

Se trata de un asunto más complejo que combina expectativas laborales, objetivos claros y una buena dosis de motivación.

¡Conozca a sus empleados!

Muchas compañías creen que mantener motivados a los empleados es un asunto de dinero e incentivos y de un par de charlas con frases enérgicas.

NADA MÁS EQUIVOCADO

Si se desea motivar de verdad a los empleados durante los momentos de mayor trabajo y dificultades y alcanzar los resultados esperados, la clave estará en conocer mejor y en profundidad a las personas que trabajan para nosotros.

Puede parecer que todos los adultos tienen los mismos objetivos en la vida pero tampoco es así.

No todos los trabajadores valoran lo mismo, en lo que se refiere a recompensas, incentivos o condiciones laborales.

Seguramente, la madre que tiene en casa a un bebé recién nacido, estará dispuesta a no distraerse en lo posible para irse a su hora, mientras otro estará dispuesto a hacer horas extra.

Incluso, habrá quien necesita un descanso entre tareas para relacionarse con sus compañeros.

La realidad es que saber qué motiva a cada empleado conlleva tiempo y forjar un vínculo de confianza.

Según la edad, también pueden existir expectativas.

En los adultos, es más frecuente valorar la estabilidad y la seguridad que la empresa pueda ofrecerle a su familia, además del sueldo; para los más jóvenes, las cantidades que recibirán y los incentivos que la compañía les propone parecieran más importantes.

Los nuevos ingresos de las organizaciones se dejan llevar por los fuegos fatuos de los viajes ejecutivos y los viáticos, pero con el paso del tiempo empiezan a valorar el poder disfrutar de una mayor flexibilidad para disfrutar su tiempo.

Por otro lado, aunque tener objetivos aumenta la motivación de los trabajadores, éstos deben adaptarse a las áreas en las que trabajan y por supuesto al tipo de labor que llevan a cabo.

Así, los objetivos basados en datos o números tienden a ser más útiles para equipos que manejan transacciones, como los relacionados con las ventas y las finanzas, pero los equipos más creativos se ven más motivados cuando se les invita a hacer su trabajo de la mejor forma posible y con innovación.

Es importante no perder de vista que los trabajadores desean que su trabajo tenga una razón de ser, un propósito y un significado.

 

Déle libertad a sus empleados

Actualmente, la tendencia global del mundo empresarial que se ha mostrado cada vez más exitosa se basa en motivar a los trabajadores al ofrecer flexibilidad y autonomía en el desempeño de sus funciones.

Gracias a estos dos aspectos, los colaboradores se muestran más productivos, proactivos, creativos e innovadores, y los entornos de trabajo más integrados y con un mejor clima laboral.

Es verdad que existen regulaciones en el trabajo, como el establecimiento de horarios y normas que son necesarias.

Pero, ofrecer autonomía y flexibilidad implica darle al trabajador un voto de confianza para que descubra sus talentos con creatividad e innovación, aumente sus contribuciones, así como su compromiso con el equipo y con la organización.

En el mundo laboral, la autonomía supone que los individuos tengan la libertad de ser responsables con sus acciones y respondan por ellas.

De esta forma, las personas se sentirán realizadas y con menos estrés para cumplir con sus metas.

Todo ello aumenta la lealtad del personal y aporta al desarrollo personal y profesional de los trabajadores.

La honestidad como forma de motivación

Puede que no sea tan sencillo dar la cara a los recursos humanos y hablarles con honestidad y transparencia.

Sin embargo, esta es una de las vías comprobadas para lograr un mayor compromiso por parte del personal.

Los trabajadores se sienten respetados, y el vínculo de confianza se fortalece con la empresa y sus empleadores.

Un jefe que es capaz de dar su opinión de forma clara y respetuosa, está contribuyendo al crecimiento de su empleado y orientándolo para que cada vez lo haga mejor.

De igual manera, reconocer el trabajo bien hecho y destacarlo es otra forma de motivar e impulsar los mejores resultados.

La sencillez y la empatía de los líderes inyectan más ganas de trabajar que presionar con rigidez o mal carácter.

Como es de esperar, la falta de reconocimiento y la indiferencia, solo conllevará, más temprano que tarde, a la pérdida del talento.

Algunas empresas comenten el error de estancar a sus trabajadores en un mismo cargo o puesto durante años.

Nadie se sentirá muy motivado si no prevé la más mínima mejora en su posición, después de trabajar duro.

La toma de más responsabilidades y la adecuación del salario a las nuevas funciones le demuestra al trabajador que se valora su labor y confianza.

El dinero no lo es todo

Está claro que las facturas no se pagan solas.

Si bien el dinero es por sí solo una gran motivación, no debe considerarse nunca la única.

El salario es efectivamente la retribución a su trabajo pero deben existir otras formas de valorar su aporte.

Seguro que lo primero que viene a la cabeza son las pagas extras, las fiestas, los regalos, los días libres y la cesta de Navidad, pero aunque estos pequeños detalles entusiasman, un buen ambiente de trabajo y un adecuado puesto de labor con excelentes condiciones podrían pesar más.

Un trabajador que no puede realizar su trabajo de la forma correcta y con las condiciones apropiadas y requeridas, no solo estará desmotivado en poco tiempo sino que también puede padecer de estrés y fatiga.

Los empleadores deben garantizar que cuentan con las herramientas y un lugar de trabajo adecuados.

Pero, no todo es asunto de buenos materiales, instrumentos e infraestructura, un buen clima laboral y la integración con el equipo de trabajo es fundamental.

Un ambiente de trabajo en que abundan los conflictos, la poca colaboración y las intrigas entre compañeros afectará la labor de todos los empleados del equipo de una u otra forma y, por supuesto, su motivación para ir todos los días al trabajo, el lugar donde pasará la mayor parte de las horas.

La empresa no solo debe asegurar el pago puntual de la nómina y tener incentivos para sus trabajadores, sino estar siempre atenta a la posibilidad de mejorar las condiciones de trabajo y lo que se ha denominado “salario emocional”.

Como puede verse, hay muchos factores que pueden jugar en contra de la motivación de los trabajadores.

Parece algo básico, pero en ocasiones los empleadores no se aseguran de que el trabajador sea la persona adecuada para el puesto de trabajo en el que hará su labor.

Si alguien no es capaz de efectuar sus tareas con fluidez o, al contrario, si tiene mayor capacidad, se aburrirá rápidamente y se desmotivará.

Afortunadamente, también es posible identificar las competencias de cada persona y ofrecerle al empleado la oportunidad de formarse, lo cual puede contribuir enormemente con su desarrollo personal y profesional.

Proporcionar formación a los trabajadores de la empresa es otra manera de motivarlos y demostrarles que la organización confía en ellos.

Una buena formación les permitirá aumentar sus competencias y habilidades para aplicarlas en su puesto de trabajo y potenciar su rendimiento y productividad.

Hoy en día, capacitarse no tiene por qué ser un dolor de cabeza ni para el empleado ni para la compañía.

 

La teleformación o formación online permite capacitar al personal sin necesidad de desplazarse fuera de la oficina y adaptando los horarios con flexibilidad, especialmente con el uso novedoso de dispositivos móviles.

Todo ello sin contar que las empresas se ven beneficiadas económicamente con bonificaciones especiales en el marco del incentivo de Ley solo por ofrecer programas formativos a sus trabajadores.

Los empleados: fans número 1

Hoy las empresas no se salvan de ser marketinizadas de cara a sus propios trabajadores.

Las empresas más productivas del mundo tienen en sus empleados a sus mayores fans.

Para ello, la empresa debe asegurarse de que la realidad coincida con la percepción que de ella tiene su personal.

Fomentar el sentimiento de pertenencia es clave en este sentido y entender que los trabajadores son clientes internos.

Las organizaciones tienen el reto de potenciar su marca ante sus propios empleados y convertirse en un atractivo referente para los profesionales en búsqueda de nuevas oportunidades laborales.

Las certificaciones empresariales y los programas de embajadores de marca son algunas de las estrategias para posicionar la cultura organizacional de las compañías.

Una “marca de empleador” fuerte y consolidada inyecta energía positiva al “salario emocional”, y supone una forma de medirse frente a otras empresas del sector.

De esta manera, el personal sopesará permanecer en la organización, a pesar de las ofertas económicas de otras empresas.

 

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