La generación millennial posee un fuerte deseo de aprendizaje. A través del mentoring o la figura de un mentor influyente persiguen obtener conocimientos que solo alguien con experiencia puede legarles.

Los millennials intercambian sus nuevas habilidades por mentoría, asesoría y capacitación.

La nueva tendencia empresarial: liderazgo millennial

Está claro que los tiempos que corren exigen una adaptación rápida y oportuna a una gran avalancha de cambios continuos y que no dejan mucha tregua.

Las organizaciones y empresas que desean mantenerse en pie, surfeando esta ola imparable de transformaciones, deben afrontar numerosos retos, en especial en el ámbito tecnológico, de la mano de sus líderes organizacionales, de los que se espera una sorprendente capacidad visionaria para cumplir con los objetivos propuestos.

Pero, ¿están todos los líderes y directivos preparados para estos tiempos de cambio? ¿Qué hace falta para conducir a buen puerto una empresa entre el bombardeo tecnológico y el mercado competitivo?

Los expertos en liderazgo empresarial están de acuerdo en que ser un buen jefe no tiene mucho que ver con edades, sino con estilo y actitud, con formación y con la preparación para guiar con eficiencia a los equipos de trabajo hacia el cumplimiento de las metas.

Se trata de hacer las cosas de la mejor forma posible de la mano de un equipo.

Los líderes que el mundo de hoy requiere son personas que entienden el valor de la confianza para obtener buenos resultados, que actúan con flexibilidad y versatilidad ante los cambios, adoptando formas nuevas de trabajo que permitan un mayor logro de la mejor manera.

Las empresas necesitan ahora un líder que conozca el valor de la libertad responsable de cada uno de sus trabajadores: todos ganan si cada uno hace la parte que le corresponde con excelencia y creatividad.

El líder millennial reconoce la dedicación y el esfuerzo que implica efectuar con calidad un trabajo, y nunca desperdicia las buenas ideas, por eso escuchar es uno de sus verbos clave.

Ser cercano y sincero asegura un ambiente de trabajo productivo y agradable.

No se trata de un jefe, sino de uno más en el equipo.

 

Liderazgo millennial

Seguramente has escuchado hablar de los millennial s, la controvertida generación más diversa que ha existido, y que se subclasifica en «millennials viejos» que ahora tienen treinta y tantos años, y los «millennials jóvenes», que ahora tienen veintitantos.

Son personas muy conectadas a las nuevas tecnologías, desde que Internet surgió hasta el actual uso masivo de las redes sociales.

Hablamos de una generación de la que forman parte más de 80 millones de personas en todo el planeta, y que comparten características únicas capaces de impulsar importantes transformaciones en diversos ámbitos de acción.

De esta forma, los millennials se han convertido en líderes o generadores de cambio, y han impuesto un tipo de liderazgo.

El liderazgo millennial implica una mentalidad más global, con conexiones que van más allá de un ámbito geográfico.

Esto aporta una visión más interconectada a muchas formas de pensar y una capacidad flexible para ver las situaciones bajo distintos puntos de vista.

Este estilo de liderazgo supone asumir riesgos, imaginar soluciones e innovar ante los desafíos.

El estilo de liderazgo millennial implica una serie de cualidades que hacen olvidar fácilmente la edad del líder que las posee, o la corta trayectoria de su experiencia.

Las empresas empiezan a ver en ellos las claves de su éxito y continuidad: la  colaboración, la innovación, su foco en las personas y en el desarrollo de sus capacidades, la creación de un buen lugar en el que trabajar, el fortalecimiento del trabajo en equipo y la mejora continua, son algunas de sus características.

Claves del liderazgo millennial

1. PROACTIVIDAD: un líder con estilo millennial tiene visión de futuro. Se anticipa a los cambios y busca las vías para alcanzar sus objetivos.
   Es arriesgado para poner en práctica nuevas ideas, siempre que encuentre en ellas más fortalezas que debilidades.

   Es difícil encontrar a líderes millennial cruzados de brazos.

2. DINAMISMO: sus ideas, proyectos y la puesta en marcha de sus acciones están llenas de motivación.
   Uno de sus sellos distintivos es la creatividad con la que impulsan sus propuestas.

   El líder millennial quiere que todos formen parte y se activen para lograr el éxito.

3. RESISTENCIA: el liderazgo millennial  no justifica los fracasos; más bien analiza los obstáculos y los fallos ante los escollos del camino.
   No se rinde fácilmente ante la adversidad, pues piensa que el problema no es caerse sino no levantarse. Se centra en cómo superar las limitaciones, y no en las limitaciones como tal.
   Para ellos siempre hay alternativas y posibilidades, así como nuevas oportunidades.
4. PASIÓN POR LO BIEN HECHO: la entrega y la pasión hacia las ideas que emprenden, en combinación con la creación de redes de colaboración, aseguran el éxito de sus proyectos.
   

   Pero esto no está reñido con la búsqueda de equilibrio entre el trabajo y la vida personal o familiar.

5. RELACIONES: los líderes millennial conocen el valor de las relaciones interpersonales, dentro y fuera de las redes sociales.
   Generan vínculos significativos, positivos y efectivos con quienes se relacionan con ellos, en especial con sus colaboradores y con las personas que son parte de sus proyectos.

   Definitivamente, la llamada inteligencia emocional es uno de los fuertes de este estilo de liderazgo.

6. HONESTIDAD: de la mano de las buenas relaciones y el desarrollo de  habilidades interpersonales de los millennial s, está la promoción de una comunicación sincera y abierta.
   La confianza es el pilar del liderazgo millennial para crear excelentes lugares de trabajo, discutir de forma transparente los retos, escuchar cada una de las propuestas, e impulsar la colaboración en sus equipos, con miras a crear novedosas soluciones.
7. INNOVACIÓN: el liderazgo millennial se plantea objetivos que procuran mejorar las iniciativas, los grupos y los proyectos de los que forma parte.
   Las metas innovadoras y trascendentes son muy atractivas para los líderes millennial que buscan impulsar el cambio positivo con entusiasmo y pasión, a partir de conexiones emocionales con los que le rodean.

8. ADAPTACIÓN A NUEVAS TECNOLOGÍAS: la versatilidad con que los millennials ponen en práctica nuevas técnicas de trabajo y tecnologías aporta al mundo empresarial.
   

   También es altamente valorada su capacidad multitasking, es decir, para realizar múltiples tareas.

   Ciertamente, estas características cambian la dinámica de trabajo e introducen transformaciones sustanciales en las organizaciones, incluso las más tradicionales.
   Concretamente, el uso de dispositivos digitales tiene un impacto muy importante en la comunicación de las compañías y son, hoy por hoy, instrumentos imprescindibles.

Empresa tradicional vs. organización millennial

Como era de esperar, las generaciones de millennials poco a poco han ido alcanzando posiciones directivas y de liderazgo dentro de las empresas en todo el mundo.

El liderazgo millennial  ha aportado sus novedosas características a las empresas más tradicionales, impulsándolas a adaptarse a las nuevas formas de trabajo, de comunicación y de productividad.

Se trata de toda una revolución de gestión de cambio que requiere conocimiento y formación también en las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y en las nuevas tendencias en recursos humanos.

El liderazgo millennial se percibe distinto al tradicional.

Este último se ha mostrado a lo largo de los años como parte de un modelo mucho más autoritario, menos inclusivo y más directivo.

El millennial valorará más los resultados y las ideas, que las horas de trabajo.

Esto puede resultar sorprendente para empleados que toda la vida han tenido que cumplir obligatoriamente con la jornada, o estar siempre en su puesto de trabajo.

La tendencia es generar excelentes resultados con libertad responsable, pudiendo el propio trabajador fijar sus horarios para algunos tipos de labor, por ejemplo mediante  el teletrabajo o el trabajo a distancia, siempre y cuando se obtengan los resultados establecidos.

De esta manera, las nuevas tecnologías, a partir del uso de dispositivos móviles, contribuyen a permitir nuevas medidas de conciliación de la vida personal y laboral de los trabajadores sin sacrificar su productividad.

Pero el liderazgo millennial  resulta tan motivador como aterrador para quienes siempre han hecho las cosas de una manera.

Es comprensible que muchos empleados no vean con buenos ojos a un jefe más joven o con menos experiencia que viene a imponer cambios complicados.

Sin embargo, el secreto del éxito es que las generaciones de personas de todas las edades puedan trabajar juntas para sacar partido a sus fortalezas.

El que los trabajadores de más experiencia compartan su trayectoria con el líder y con el resto del equipo favorece la colaboración y la gestión del conocimiento.

De igual forma, el líder millennial  puede intercambiar sus ideas innovadoras y creativas y apoyar a su equipo en la adaptación a las nuevas tecnologías.

Se trata de implementar, en este sentido, una estrategia de mentoring en la que el aprendizaje sea recíproco y también mejorar las relaciones y el ambiente de trabajo.

 

Mentoring y la generación del milenio

En 10 años o poco menos, el liderazgo millennial  estará a la cabeza de todas las organizaciones.

Eso parece lógico, como también lo es iniciar un proceso de cambio en las empresas que aporte a la adaptación de los trabajadores a las nuevas técnicas de trabajo y al uso de nuevas tecnologías.

Pero también que proporcione guía a los futuros líderes de las organizaciones: los millennials.

De ahí la importancia de incluir en el presupuesto un programa de mentoring o tutoría y estar dispuestos a descubrir novedosos métodos educativos, aliados estratégicos de la continuidad de las empresas.

El mentoring o la tutoría en el trabajo es, de hecho, una ganancia tanto para los millennial s, como para el mentor y la empresa.

Es una manera de retener el talento de las nuevas generaciones, mientras se enriquecen aprendiendo los unos de los otros.

Se basa en el vínculo entre una persona con experiencia, y una persona que hace las veces de su discípulo o alumno al que orienta y guía para potenciarlo tanto en lo personal como en lo profesional.

Las empresas que dedican tiempo a programas formales de tutoría, capacitación y mentoring impulsan, de hecho, una mayor participación, retención y desarrollo de su capital humano.

 

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