LEY DE DEPENDENCIA

Así en 2007 nace la Ley de Autonomía Personal y Dependencia, en la que se reconoce el “derecho de promoción de la autonomía personal y la atención a personas en situación de dependencia, garantizando la igualdad en el ejercicio del mismo en todo el territorio del estado”.

Esta normativa señala cuáles son los distintos grados de dependencia que una persona puede presentar y las ayudas que sus familias pueden solicitar para apoyarles en la labor de cuidado.

Es una realidad que la población española ha envejecido.

En 2031 más del 26% de las personas serán mayores de 65 años.

El envejecimiento individual es, como sabemos, imparable pero efectivamente también lo es el colectivo.

Envejecer implica transformarse progresivamente en una persona dependiente que tarde o temprano necesitará de cuidados y atención especial.

A la increíble cifra de personas mayores se suman aquellas de distintas edades que por enfermedades y múltiples discapacidades también son dependientes.

Así, en la actualidad, en España existen unos 2 millones de personas dependientes, aproximadamente un 4,35% del total de la población.

A razón de estas preocupantes circunstancias, el país con más esperanza de vida del mundo se prepara para afrontar esta situación con políticas que garanticen los derechos de las personas dependientes.

En este post abordaremos en qué consiste la dependencia y cuáles son los tipos de prestaciones y servicios que el Estado proporciona ante ella.

 

¿Qué significa dependencia?

Disfrutar de autonomía personal y el concepto de dependencia son nociones vinculadas entre sí.

La primera indica la capacidad que posee una persona para valerse por sí misma al efectuar sus quehaceres cotidianos sin que para ello necesite la ayuda de otra persona.

La clave del término dependencia está justamente en la necesidad de apoyo por parte de un tercero.

Una persona en situación de dependencia requiere de otro ser humano, es decir, carece en menor o mayor medida de autonomía personal.

Efectivamente, no todas las personas poseen el mismo nivel o grado de dependencia.

De esta manera, existen tres grados distintos de dependencia según sus características:

DEPENDENCIA MODERADA: las personas requieren de vez en cuando o de forma limitada ayuda para realizar algunas tareas diarias como salir a la calle y asearse

DEPENDENCIA SEVERA: las personas necesitan un apoyo constante y dejarlas sin supervisión no es una opción pues padecen de desorientación

GRAN DEPENDENCIA: implica la pérdida total de la autonomía, pues las personas sufren de falta de movilidad o de memoria.

Para conocer cuál es el grado de dependencia que padece una persona es preciso solicitar su valoración al órgano autonómico pertinente de cada Comunidad Autónoma.

El proceso suele llevarse a cabo durante algunos meses hasta que se genere un informe de resolución.

LEY DE DEPENDENCIA

¿Cuáles son las ayudas que puede recibir una persona dependiente?

La valoración del grado de dependencia es un trámite esencial para que la persona pueda acceder a las distintas ayudas que el Estado le provee.

En el Catálogo de servicios que ofrece el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) se indican tres tipos de prestaciones:

Prestaciones para el acceso a centros y servicios públicos o privados concertados:

Se trata de la posibilidad de que las personas dependientes accedan a un servicio de prevención de situaciones de dependencia y promoción de la vida personal, es decir programas preventivos y de rehabilitación que ofrecen los servicios sociales y sanitarios.

De igual forma, implica el que puedan ser atendidos por los servicios de teleasistencia de forma instantánea y urgente mientras se encuentran en sus viviendas, y puedan contar con los servicios de ayuda a domicilio para atender sus necesidades diarias en su propia vivienda, como los cuidados del hogar y cuidados personales.

También se refiere al acceso a centros de día para mayores o para menores de 65 años, de atención especializada para personas diagnosticadas con Alzheimer o demencia y centros de noche, así como residencias en el caso de las personas mayores.

Prestaciones económicas de carácter periódico a la adquisición de un servicio privado:

En este punto en particular, las ayudas proporcionadas por el Estado dependen del grado de dependencia y de una valoración de la capacidad económica del beneficiario y su familia.

El foco es la cobertura de los gastos de un servicio privado en los casos que no sea posible procurarle atención en el servicio público.

Este es el caso del acceso a centros de día, de noche o residencias privadas, o de la necesidad de asistencia personal durante el día o solo unas horas.

Prestaciones económicas para ser atendido por cuidadores no profesionales, que en la mayoría de casos son familiares.

Estas prestaciones solo se proporcionan en casos excepcionales cuando el familiar cuidador se encuentra en situación de desempleo o se ve en la obligación de reducir su jornada laboral para cuidar del afectado.

En esta situación, el familiar cuidador (hasta de tercer grado de consanguinidad) debe darse de alta en la Seguridad Social para solicitar esta ayuda y debe haber desempeñando esta labor durante más de un año antes de hacer la solicitud.

Entre otras ayudas proporcionadas por el SAAD se encuentra la concesión de ayudas para la adquisición de instrumentos o acceder a técnicas que requiere el afectado para mejorar su calidad de vida, para facilitar el acceso a su hogar, adaptar su vivienda o para su desplazamiento.

En este sentido, se proporciona una parte de la cuantía y la familia se costeará según sus posibilidades la parte restante.

Finalmente, también se proporciona una prestación económica de asistencia personal para la contratación de un cuidador externo durante horas diarias estipuladas.

 

Si eres cuidador y consideras que la persona dependiente o su familia pueden acceder a alguna de estas ayudas, esperamos que esta información te sea útil.

Para ampliar la información consulta el Portal de la Dependencia del Gobierno de España.

Más recomendaciones para apoyarte en tu labor como cuidador en el post Prepárate para conocer las claves para cuidar a nuestros mayores.

Prepárate para conocer las claves para cuidar a nuestros mayores

 

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