Cada año se incrementa la cantidad de españoles afectados por el retorno al trabajo luego del largo verano. Este año, según una importante empresa líder en recursos humanos, el 37% de los empleados españoles padece o padecerá de síndrome postvacacional, un conjunto de síntomas pasajeros que van desde el cansancio extremo y la irritabilidad, a la depresión.
Cómo convertir la vuelta de vacaciones en nuevas oportunidades
Llega septiembre y con él la vuelta al trabajo, luego de las vacaciones.
Para muchos se trata de un pequeño enero, pero para otros puede ser sinónimo de estrés y frustración.
Pero, no solo se trata de sufrir este proceso normal de adaptación frecuente en los seres humanos.
La vuelta de vacaciones suele despertar el deseo de cambio y la revisión del propio plan profesional o de carrera:
27,5 % de los empleados españoles activos piensa en cambiar de trabajo a su regreso de este período de descanso.
El riesgo de la fuga del talento
El principal motivo para cambiar de empleo es la búsqueda de una mejora en el salario, seguido por conseguir un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y alcanzar nuevas oportunidades de promoción profesional y una mayor estabilidad laboral.
Los trabajadores con estudios superiores o con un mayor nivel formativo y los mayores de 45 años son quienes ostentan un mayor deseo de cambio de empleo, o incluso los que inician, desde poco antes de salir de vacaciones, la búsqueda de un nuevo puesto.
Le siguen los empleados que tienen entre 25 y 45 años. Los que tienen menos intenciones de cambiar de empleo luego de vacaciones son los menores de 25 años.
La búsqueda de nuevas oportunidades profesionales puede incluso extenderse a acceder a un nuevo trabajo en otra ciudad o incluso en otro país.
Cuatro de cada diez de estos trabajadores se iría a otra ciudad por un mejor empleo y uno de cada tres se mudaría de país si encontrara una buena oportunidad.
Estas inquietudes que rondan la cabeza de los trabajadores durante el periodo estival pueden resultar de interés para las empresas.
Para algunas organizaciones, se trata de oportunidades para conseguir talento profesional de valor que está dispuesto a encontrar un mejor postor, o por el contrario, para retener a su propio capital humano.
Trazar un buen plan para prevenir la fuga de talentos antes de salir de vacaciones y a su retorno puede hacer la diferencia.
Los trabajadores que más fácilmente pueden entrar en esta espiral de dudas e intenciones son los que tienen menor tolerancia a la frustración, menos resiliencia, los que disfrutaron de largas vacaciones y los que retornan a un clima laboral hostil y desmotivante.
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Las vacaciones permiten hacer un alto en el camino para sopesar los pros y los contras de dejar el trabajo y la necesidad de buscar nuevas oportunidades.
Si a eso le sumamos que septiembre y octubre son los meses más movidos en lo laboral, no parece extraño que algunos tomen el riesgo de buscar nuevos horizontes profesionales.
La buena noticia para las empresas es que este impulso tiende a disiparse durante las primeras semanas de retorno al trabajo.
Lo que hace de este primer tiempo de vuelta a las oficinas el momento propicio para sondear las inquietudes, poner en marcha pequeños cambios positivos en el ambiente laboral e inyectar una buena dosis de entusiasmo a los trabajadores.
A veces, solo se trata de proponer algunas mejoras para el nuevo comienzo.
Impulsar actividades que eviten que el personal caiga en la rutina, como la realización de un nuevo curso de capacitación o actualización a través de teleformación, la renovación de la decoración de la oficina o la ubicación de los puestos de trabajo, podrían ser algunas opciones.
Todo esto puede parecer poco relevante, pero hacer sentir nuevos aires a los trabajadores puede crear un mayor sentido de pertenencia y un vínculo emocional con la empresa.
Un buen ambiente de trabajo es a veces más importante que el sueldo, si tomamos en cuenta que se trata del lugar en el que pasamos la mayor parte del día.
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Cómo combatir el síndrome postvacacional
El síndrome postvacacional es habitual en países donde los trabajadores disfrutan de largos periodos estivales.
En España, donde el mayor descanso anual se concentra en los meses de verano, es uno de ellos.
Volver de vacaciones y sumergirse de nuevo en la rutina, implica readaptarse.
Por tanto el síndrome postvacacional no es una enfermedad, sino un proceso normal de adaptación frecuente en los seres humanos.
Sentir cansancio, sufrir de insomnio, dificultad para concentrarse o irritabilidad emocional durante los primeros días, es parte de este mal pasajero.
Normalmente las personas tardan de 2 a 3 días en volver a su rutina y abandonar el ritmo distendido y relajado de las vacaciones; otras pueden tomarse unas pocas jornadas más en retomar la dinámica.
Recomendaciones para prevenir el síndrome postvacacional
Evitar volver de vacaciones el día anterior a la incorporación al trabajo. Así será más fácil readaptarse a los horarios y restablecer las pautas de sueño.
Si es posible, no retornar un lunes a la jornada laboral.
Si los trabajadores se reincorporan un miércoles o un jueves, se adaptarán de forma más progresiva, al intercalar los días laborables con el fin de semana.
Dividir el periodo vacacional en 15 días o incluso en semanas durante el año, disminuye la dificultad de adaptación.
Emplear los primeros días laborales en organizar y resolver las prioridades a medida que se suceden.
Disfrutar del tiempo libre aunque se haya vuelto a trabajar.
Las salidas con los amigos, cenar fuera de casa, o realizar actividades recreativas pueden mejorar el estado de ánimo y dar una sensación de disfrute más allá del trabajo.
Intentar plantear mejoras que estén a su alcance para organizar mejor la jornada laboral y evitar el agotamiento excesivo.
Mantener una actitud positiva ante los nuevos retos laborales y las experiencias profesionales que se presentarán al retornar al trabajo.
Así como, planificar buenos momentos próximos para algún puente o festivo, con la idea de disfrutar de algunos días libres antes de las próximas vacaciones.
Si se padece el síndrome postvacacional en estos momentos, es posible combatirlo optando por levantarse más temprano, retomar las actividades de forma gradual, efectuar actividades deportivas y de ocio, y conectar con emociones positivas.