El auge de los cuidadores profesionales

Solo en Madrid se han formado en los últimos años más de 4.402 cuidadores para realizar su labor en domicilios y en instituciones públicas o privadas.

Sin embargo, esta cantidad de profesionales no es suficiente para cubrir la demanda de más de 25.000 usuarios que ahora mismo necesitan ser atendidos en la capital española.

La sociedad española envejece día tras día convirtiéndose en el país más longevo del mundo.

Ello debería considerarse una gran noticia y LO ES.

Todos estaremos de acuerdo en que más personas vivirán por más tiempo gracias al aumento de la esperanza de vida.

Pero también ello implicará que necesiten -más temprano que tarde- de cuidados, al padecer de forma irremediable de alguna enfermedad o condición que los torne dependientes.

En 2033 el porcentaje de personas dependientes se incrementará al 40,7% y seguirá subiendo solo para alertarnos de la necesidad de estar preparados.

Sin duda, será a razón de esta situación que se requerirán de forma urgente y en poco tiempo más profesionales especializados en el cuidado de personas dependientes.

 

La profesionalización de los cuidadores

Aunque este sector ofrece estas posibilidades de empleo, sorpresivamente la formación en Atención de Personas con Dependencia arrastra un pasado poco atractivo para las nuevas generaciones.

Los que se animan a iniciar su capacitación la abandonan antes de terminarla y otro tanto lo hace una vez que empieza a ejercer su labor.

El mayor obstáculo al que se enfrenta la profesión del cuidador es el poco valor que se le ha concedido históricamente.

El cambio de imagen que se requiere es urgente y profundo e inicia cuando se comprende la necesidad de profesionales capacitados para proporcionar atención a personas dependientes.

Y la respuesta está en ofrecer oportunidades para formarse a quienes ejercen de una u otra forma esta profesión.

Como es sabido, a partir del 31 de diciembre de 2022,

Todos los trabajadores encargados de realizar tareas de atención a la dependencia deben disponer de cualificación profesional mediante la obtención de un Certificado de Profesionalidad de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes.

Éste podrá ser de domicilio o para desempeñarse en instituciones públicas o privadas.

Esta titulación se ha convertido desde entonces en una de las más demandadas dentro del sector sanitario, pues como se ha explicado este perfil profesional ha aumentado significativamente su demanda y se espera que solo siga creciendo.

Es un hecho que al asegurar la cualificación profesional, mejorarán las condiciones laborales de los cuidadores, sus salarios y también la percepción de esta profesión que cada día posee más importancia para nuestra sociedad.

Además de promover la formación de los profesionales del cuidado, se prevé la necesidad de contar con orientadores que puedan guiar la vocación de aquellos jóvenes que se sientan llamados a convertirse en futuros cuidadores y asesorarles.

La figura del orientador se empieza a hacer sentir en cada vez más oficinas de empleo.

Se espera entonces que aumente su figura para ofrecer soporte a los jóvenes en los servicios públicos de empleo, en especial los parados de larga duración o que no cuenten con cualificación alguna.

Todo ello como parte del Plan de Choque por el Empleo Joven 2019-2021 acordado entre el Gobierno y los agentes sociales.

Saber Más sobre Plan de Choque por el Empleo Joven 2019-2021

Ser cuidador profesional tiene muchas ventajas

No se trata de que el modelo de cuidador familiar que se nos hace tan tradicional deje de ser importante o no profesional.

Lo que ocupa a la sociedad es capacitar para el cuidado a sabiendas que de ello depende la salud y la vida de personas vulnerables.

Se imparte mediante una formación subvencionada, es decir:

• No tiene costo alguno para los trabajadores.
• Se realiza mediante modalidad de teleformación, de modo que te permite alternar la actividad laboral y personal, de forma sencilla, dinámica y versátil.

 

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Ser un cuidador profesional supone una serie de importantes ventajas:

Cualificación acreditada a través de una formación en materia sociosanitaria, higiénico-alimentaria y psicosocial específica para conocer las necesidades del dependiente y atenderle de la forma más adecuada.

El certificado de profesionalidad proporciona un respaldo ante personas e instituciones, que demuestra que se tienen las capacidades y conocimientos necesarios para llevar a cabo esta labor.

Nuevas oportunidades de empleo en un sector en crecimiento.

Incremento de la contratación para un aumento de cotizaciones sociales.

El incremento de ayudas y complementos económicos para contratar a cuidadores profesionales beneficia también a las familias.

Éstas se liberan de realizar tareas para las que no están preparados, e indirectamente contribuyen a luchar contra la economía sumergida en este sector.

 

Finalmente, un aspecto muy positivo a tomar en cuenta si está pensando en convertirse en cuidador profesional es que no parece fácil que este tipo de profesionales puedan ser sustituidos por robots en el futuro.

La asistencia social y afectiva es todavía un tema delicado que los seres humanos no están dispuestos a arriesgar en las manos de las máquinas.

Lo que sí es cierto es que los avances tecnológicos y en materia de salud harán que las máquinas acompañen a los cuidadores.

Con seguridad complementarán su labor y aliviarán aquellas tareas más pesadas, proporcionando comodidad y seguridad tanto a las personas en situación de dependencia como a los propios cuidadores.

También por esta razón la profesionalización es importante y si se quiere inevitable, pues las nuevas tecnologías en el cuidado serán parte del futuro que está a la vuelta de la esquina.

 

 

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