Más competencias transversales que títulos: la clave del futuro laboral

Más de uno se ha escandalizado frente a estos grandes emporios globales que ponen su foco más en las competencias transversales que en la preparación académica de su gente.

El desarrollo tecnológico, la globalización, las nuevas formas de comunicación y los tipos de puestos de trabajo que han surgido (y los que surgirán) han transformado el mercado laboral con rapidez.

Ya se habla mucho de que algunas empresas del área de tecnología no están pidiendo títulos académicos en sus procesos de selección de personal.

Muchos jóvenes que ahora estudian se preguntan si realmente se están preparando adecuadamente para trabajar en el futuro, e incluso si sus profesiones existirán cuando salgan a buscar trabajo.

La verdad es que el trabajo, las profesiones y las empresas, tal y como los conocemos ahora, sufrirán un giro drástico al que debemos adaptarnos más temprano que tarde.

Conocer y adquirir las nuevas competencias laborales que se requerirán en un abrir y cerrar de ojos es más necesario que nunca.

Los grandes retos del mercado laboral en un futuro muy cercano

A continuación, comentaremos los factores que dan lugar a este importante cambio en la sociedad y que ya empiezan a vislumbrarse:

El aumento de la esperanza de vida:

Para 2030, se estima que habrá 1400 millones de personas de edad avanzada en el mundo.

Esto significará atender las necesidades de este importante grupo demográfico y, por supuesto, redefinir las carreras profesionales y su aprendizaje para dar soporte a esas atenciones, principalmente en el sector sociosanitario.
La automatización del trabajo:

Sistemas, dispositivos y máquinas inteligentes cada vez ocuparán más espacio e importancia como parte del mundo laboral e inevitablemente desplazarán la actividad humana, sobre todo en cuanto a las actividades repetitivas y rutinarias.

Algunos oficios artesanales que han existido durante siglos desaparecerán para dar paso a oficios nuevos, relacionados con el diseño, planificación y mantenimiento de la inteligencia artificial.
Un mundo programable:

También como consecuencia de la aparición cada vez mayor de conexiones, sensores y procesadores de datos y su integración a objetos cotidianos como la nevera, el televisor y los relojes, entre muchos otros, la sociedad dejará de necesitar tantas personas para programar y realizar algunas actividades que hoy son rutina como hacer la compra o pagar las facturas.
Nuevos medios de información y comunicación:

Como ya es posible de predecir la tecnología multimedia y las nuevas herramientas de comunicación vinculadas con las redes sociales seguirán moldeando la forma en que las personas interactúan, desarrollan y consumen contenido.
El cambio en las organizaciones:

Las empresas se convertirán en superestructuras, también gracias a las nuevas tecnologías, expandiéndose fuera de los límites sociales, políticas, económicos e incluso espacio temporales, creando nuevos modos de crear y producir valor.

Competencias profesionales imprescindibles en el mundo laboral del futuro

Más que la preparación académica o los títulos, en este impactante panorama futuro, las personas deberán contar con habilidades que serán imprescindibles para alcanzar el éxito profesional.

Dar sentido:

Será cada vez más importante ser capaz de entender y dar sentido al mundo y lo que no se expresa de forma directa.

Las personas deberán tener la habilidad de decodificar mensajes que la inteligencia artificial no puede hasta ahora decodificar.

Aquí juega un papel fundamental la condición humana de crear y compartir significado a través de la co-construcción de las realidades.
Inteligencia social:

Relacionarnos de forma asertiva y efectiva será clave para conectar con otros, comunicarnos y lograr ciertas conductas, reacciones o interacciones, e incluso influir en la toma de decisiones.
Innovación y adaptación:

Las personas deberán tener capacidad de resolución creativa ante distintos escenarios, así como adaptación ante los cambios y reacciones inesperadas.

Será determinante ver posibilidades y oportunidades en vez de obstáculos o problemas en el mundo del futuro.
Interculturalidad:

Una de las competencias esenciales será el poder trabajar de forma armónica en distintos ambientes y con personas de todo el mundo, pues los contextos estarán cada vez más globalizados e interconectados.
Pensamiento computacional:

Se trata de la habilidad para traducir e interpretar datos y convertirlos en conceptos abstractos como los modelos y las simulaciones.

Ello contribuye a ofrecer automatización en las soluciones y a identificar, analizar e implementarlas a través de una combinación efectiva y eficiente de pasos a seguir y recursos.
Cultura multimedia:

La creación de contenido persuasivo para las nuevas formas y herramientas de comunicación será fundamental para gestionar el conocimiento y compartirlo de la forma más efectiva posible.
Preparación transdisciplinar:

Implica contar con capacidad de análisis y manejar conceptos distintos desde diferentes disciplinas y puntos de vista.

De esta manera, se podrá enriquecer y aportar más a la búsqueda de soluciones.
Diseño:

Diseñar una estrategia e identificar tareas y procesos de trabajo permitirá establecer un método para obtener los resultados propuestos.
Crítica cognoscitiva:

Las personas deberán ser capaces de discriminar entre la información que analizan y priorizar aquellos aspectos que son más relevantes para lograr un aprendizaje maximizado sobre determinada situación.
Colaboración virtual:

Los equipos trabajarán de forma independiente al lugar y al momento, llevando a cabo proyectos en tiempo real, sin límites de fronteras y con ayuda de la tecnología.

El uso de las nubes, el manejo de la tecnología y de los dispositivos, así como una constante actualización, será fundamental para lograr esta tarea.

Entonces ¿estudiamos o no para el panorama laboral futuro?

Ante los cambios que ya se están evidenciando en el panorama laboral, como el hecho de que empleos que han existido toda la vida de repente dejen de existir, debemos tener claro que formarse no significa almacenar títulos académicos sino ganar nuevas competencias necesarias.

Mientras estamos estudiando, debemos ser conscientes que requeriremos actualizarnos constantemente en el área en la que hemos escogido desarrollarnos profesionalmente.

Incluso, quizás debamos hacerlo en alguna otra que sea complementaria y que enriquezca nuestro desempeño.

De esta manera, como trabajadores, siempre estaremos en formación.

Algunos hablan incluso de que pronto los trabajos serán desempeñados por robots.

Esto no significa que seremos prescindibles sino que tendremos que obtener nuevos conocimientos y competencias para otros oficios que se requerirán.

Finalmente, lo que se valorará en las personas son las habilidades y capacidades que han desarrollado a través de su experiencia, y el conocimiento que han adquirido y que sigue adquiriendo para desempeñarse de la mejor forma posible.

La propia tecnología que ha empujado toda esta revolución en el mundo laboral también ofrece la oportunidad de adquirir, muchas veces de forma gratuita, el nuevo conocimiento y destrezas que exige este entorno tan cambiante.

Este es el caso, por ejemplo, de los cursos de formación online subvencionados oficiales que son ofertados por diferentes instituciones como el Servicio Público de Empleo estatal (SEPE), la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), las Consejerías de empleo y los centros de formación como FO&CO Consultores.

Estos cursos tienen coste cero o reducido están dirigidos a trabajadores y desempleados.

Incluyen variados temas que pueden agregar valor al currículum y a la formación, tanto en lo personal como en lo profesional.

Al actualizar las habilidades para desempeñarse en determinados puestos de trabajo actuales o desarrollar competencias transversales tales como la colaboración, el manejo de nuevas herramientas tecnológicas y la resolución de problemas.

Estos cursos gratuitos otorgan además certificados de profesionalidad, acreditaciones oficiales de las cualificaciones del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales.